Heriberto Frías
Envuelta en una de las épocas más
agitadas de la historia de México, la vida de Heriberto Frías, escritor y
periodista nacido en Querétaro el 13 de mayo de 1870, sucedió entre
acontecimientos que lo condujeron por la vía literaria y periodística a manifestar
sus ideas políticas y de desacuerdo con el régimen de Porfirio Díaz. Escribió
bajo la influencia de autores franceses, así como de Benito Pérez Galdós y
Tolstoi, por lo que su obra es de un realismo fijo en la mirada del testimonio
histórico y de la voz fiel de los personajes que retrata. Tomóchic es su
novela más reconocida por la destreza del lenguaje, el fino retrato de los
acontecimientos y el drama en que se desarrolla.
Tomóchic fue publicada en 1893, luego de que
Frías escribiera una crónica de la batalla entre el ejército y los tomchitecos
de la sierra de Chihuahua, en la que participó cuando aún formaba parte de las
filas castrenses. Es por ello que el protagonista da testimonio de las
vivencias de la contienda, de la rudeza del campo y de las hostilidades que la
batalla y el lugar provocan en los encuentros. Esta aspereza de la realidad es
manejada por Frías con un estilo narrativo fiel al estilo periodístico del que
proviene, pero no sin retratar la jerga coloquial y los esfuerzos retóricos que
emplea en el habla de los personajes. Los cuadros de violencia, la dureza del
ambiente y el fiel registro de los pobladores hacen de Tomóchic una
novela que se adelanta un poco a la novela de la Revolución y a la destrucción
que la guerra acarrea. Visto desde los ojos del protagonista, el autor
queretano consigue verter el idealismo romántico del siglo XIX para presentarlo
como una esperanza fallida. Sin duda, Tomóchic es una novela que se
vuelve necesario releer a la luz de la tradición narrativa mexicana, pues en
ella se vislumbran los escenarios en que los personajes de Yáñez y Rulfo
sobreviven o mueren sobre la tierra mexicana.
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